El talento no entiende de etiquetas, sólo de ideas en movimiento, competencias, habilidades y las propias experiencias que una empresa necesita para realizar de forma satisfactoria su actividad. El talento corporativo es la suma de todo ello y los prejuicios basados en etiquetas reducen la competitividad y alejan el talento.

La diversidad corporativa es un valor estratégico que responde a la suma de los talentos diferentes, aceptando, respetando y aprovechando la diversidad de todas las personas que componen la organización y que adquiere un valor social cuando, además, apoya la incorporación de personas en riesgo de exclusión.

Las empresas tenemos la responsabilidad de reducir esa exclusión social y desarrollar las iniciativas formativas y de inclusión laboral que ayuden a empoderar a las personas más vulnerables de nuestra sociedad.

El líder debe aportar a esa suma de la diversidad desde su rol de liderazgo, con su comportamiento y actitud:

• Aprovechando las diferentes perspectivas culturales existentes.
• Adquiriendo habilidades que le permitan ir más allá de las creencias culturales.
• Descubriendo soluciones creativas para aprovechar las diferencias culturales y la diversidad.
• Abordando los desafíos complejos y multidimensionales desde la propia diversidad.
• Entendiendo la realidad de la diversidad y alcanzando los mejores resultados posibles a través de ella.

Antonio Vega
CEO de Humaniza